Consejos sanitarios para clínicas dentales en el 2020

La irrupción de la COVID-19 ha modificado sustancialmente las relaciones humanas y los procedimientos habituales. El uso de EPIs es solo una de las medidas que puedes tomar en tu clínica dental, pero hay muchas más que debes conocer. La base de estas precauciones está en el hecho de que todo paciente que ingresa al centro puede ser portador del virus.

Procedimientos actuales

Como puedes suponer, prácticamente todos los actos cotidianos se han vistoafectados por el riesgo de contagio con este coronavirus. La afluencia de pacientes y el sometimiento a tratamientos donde el personal mantiene contacto directo son los retos a superar.

Control de acceso de pacientes

Una de las medidas más importantes que puedes tomar es evitar las aglomeraciones. Por ello, las salas de espera se utilizan a su mínimo aforo. El control de acceso de pacientes consiste principalmente en que deben acudir, exclusivamente, previa cita. Es necesario que sean muy puntuales, no llegar después de la hora ni antes para evitar el contacto con los demás usuarios.

Al ingreso se explicará el protocolo a seguir y se administrará una porción de gel hidroalcohólico para higienizar las manos según el procedimiento establecido. Cada paciente debe responder si ha estado enfermo de la COVID-19 o si ha estado en contacto con personas que han resultado positivas en los test. Además, debe declarar si tiene síntomas y acudir con la mascarilla correctamente colocada.

El aforo de la sala de espera debe permitir mantener la distancia de dos metros entre las personas. De presentarse algún paciente más, el control de acceso de pacientes exige que deberá esperar fuera el centro hasta que el espacio disponible le permita el acceso.

Atención en el box

Una vez en el gabinete, se suministrará al paciente agua oxigenada para que se realice el enjuague bucal durante un minuto. Con esta precaución puedes disminuir la carga viral en caso de haberla. Cuando el tratamiento lo permita, se utilizará un dique de goma. Con esta medida se reduce en un 70% la emisión de aerosoles que se generan con el uso de productos indicados para los tratamientos. Los equipos de uso opcional, como cámaras fotográficas o dispositivos de rayos X, se limpiarán con desinfectante en el momento de utilizarlos.

Las áreas y superficies que estimes que hayan podido contaminarse, así como los suelos, se limpiarán con solución de lejía después de la salida de cada paciente. Lo mismo se hará con los registros e impresiones que deben enviarse a los laboratorios dentales. El odontólogo y el auxiliar cambiarán sus guantes y su mascarilla con cada nuevo paciente.

Uso de EPI

Los equipos de protección individual variarán según si los trabajadores de tu clínica dental, se encuentren o no en un área de alto riesgo. Entre estas debes considerar los quirófanos, los boxes y las zonas de limpieza y desinfección. Las áreas de bajo riesgo son la sala de espera, la recepción, los pasillos, el despacho, el área de almacén y los baños. En todas, en la medida de lo factible, se modificará la distribución del mobiliario para garantizar una distancia mínima de dos metros entre las personas.

En el caso de alto riesgo, todos los trabajadores deberán llevar bata de manga larga de material desechable, un delantal impermeable, mascarilla FFP2 o FFP3, calzas desechables, pantalla facial o protección ocular con montura integral y guantes desechables. El personal de las áreas de bajo riesgo deberá llevar mascarilla y guantes.

En cualquier caso, los guantes deben cambiarse con frecuencia, especialmente si se rompen o hay sospecha de contaminación.
Los equipos de protección individual desechables se dispondrán en recipientes con tipo III con tapa, adecuados para el manejo de desechos peligrosos.

Limpieza e higienización de materiales

La limpieza general que realizas rutinariamente en todas las áreas también ha sufrido modificaciones. A fin de no levantar partículas hacia el aire, no es posible el uso de escobas ni trapos secos. Para limpiar los suelos se utilizarán coletos con solución de lejía. Deberán descartarse o lavarse con la misma sustancia y luego dejar secar completamente antes de utilizarse de nuevo. Para las superficies se usarán bayetas húmedas con solución de lejía y se dispondrán de la misma manera. Las áreas donde debes exigir más énfasis son los pomos de las puertas y la zona circundante, grifos del baño y otras áreas, inodoros, mandos a distancia, monitores, ratones,superficies de escritorios y mesas, los apoyabrazos y los respaldos de las sillas. Los teclados deben cubrirse con film transparente, que se descartará con frecuencia para facilitar su limpieza.

Para la higienización de materiales e instrumentos y equipos de protección individual no desechables, el personal encargado utilizará soluciones de lejía o alcohólicas, y en los casos en que sea posible, aplicará esterilización por calor húmedo o seco. El uso adecuado de EPIs, el mantenimiento del distanciamiento social y la higienización de las manos y las superficies susceptibles de estar contaminadas son la base de las precauciones a tomar contra la COVID-19 en los establecimientos de salud como el tuyo.

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