El color en una clínica dental
La importancia del color en una clínica dental
Una clínica dental es un espacio en el que los pacientes deben sentirse lo más a gusto posible. Incluso aquellos que no le tienen miedo a ir al dentista, pueden sentirse nerviosos ante la perspectiva de someterse a procedimientos como una endodoncia o un implante. Es aquí donde entra en juego el neuromarketing dental, que tiene mucho que decir sobre cuáles son los mejores colores a emplear en la decoración de un establecimiento de este tipo.
La influencia de los colores en el estado de ánimo
Numerosos estudios demuestran que existe una relación directa entre nuestro estado de ánimo y los colores que percibimos a nuestro alrededor. Es cierto que se trata de algo subjetivo y que no siempre un mismo tono transmite las mismas sensaciones a todo el mundo, pero funciona en la mayoría de los casos.
Por ejemplo, el azul es un color que se asocia con la serenidad y la calma, mientras que el verde promueve la creatividad y, además, se asocia con la salud. Por su parte, el rojo es vitalidad y en algunos casos incluso agresividad.
Podríamos seguir así con todos los colores, pero de lo que hemos expuesto ya has podido inferir que los colores que elijas para tu clínica dental van a influir mucho en cómo se sienten tus pacientes cuando están allí. Por eso, es importante elegirlos bien.
¿Qué color elegir para una clínica dental?
Hace unos años el color imperante en este tipo de establecimientos era el blanco, por asociarse con la higiene. Hoy en día el color influye también en la imagen corporativa del negocio, y por eso se buscan cromatismos que transmitan buenas sensaciones y, a la vez, todos aquellos valores que la marca desea que se asocien con ella.
Las tendencias actuales en decoración de clínicas dentales abogan por usar colores y tonos que distraigan al paciente y contribuyan a relajarlo, a que se sienta cómodo. Veamos algunos de los más recomendables:
Azul
Este color es sinónimo de tranquilidad y confianza. En su variante oscura ha demostrado ser efectivo a la hora de tratar el pánico de algunas personas a acudir al odontólogo, ya que ayuda a reducir el ritmo cardiaco. Y tiene a su favor que combina muy bien con otros colores más intensos como el naranja o el amarillo.
Todo ello permite crear una imagen de marca que transmite serenidad, pero también vitalidad y profesionalidad.
Verde
El verde es un clásico en los establecimientos relacionados con la salud, porque transmite mucha frescura y es un color que habitualmente vinculamos con temas sanitarios. Hay muchos tonos de verde y cualquiera de ellos es recomendable, salvo el que tiene ciertas tonalidades amarillas.
Un verde amarillento puede asociarse con la enfermedad y con sentimientos negativos, así que mejor no utilizarlo en la decoración de tu clínica.
Amarillo en la clínica dental
Aunque no es un color que se use mucho, lo cierto es que puede dar muy buenos resultados si se emplea con moderación. Aporta luminosidad y brillo a las estancias, haciéndolas más «amigables».
Resulta ser una buena opción si lo que quieres es transmitirle a tus pacientes una sensación de positividad y grandes dosis de ánimo.
Como es un color que puede resultar un poco agobiante, lo mejor es usarlo de forma moderada. Por ejemplo, en alguno de los muebles de la sala de espera, o puntualmente en alguna pared.
Naranja
Es el color de moda en las recepciones de las clínicas dentales, porque genera ambientes modernos y muy acogedores que consiguen que el paciente se sienta bien. Transmite optimismo y confianza, de ahí que sea tan común en los colores corporativos.
Elegir bien los colores de una clínica dental es uno de los primeros pasos hacia el éxito. ¿Tienes dudas sobre cómo decorar tu consulta? Nos tienes a tu disposición para ayudarte en lo que sea necesario.
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